Hace algunos años, Anna Katharina Schaffner se convirtió en víctima de una «epidemia» de agotamiento.
Comenzó con una especie de inercia física y mental y, según sus propias palabras, un «sentido de pesadez» en todo lo que hacía.
Incluso las tareas más mundanas absorbían su energía y cada vez le resultaba más difícil concentrase en el trabajo.
Cuando trataba de relajarse, se encontraba revisando obsesivamente su correo electrónico.
Al cansancio se sumó la apatía: «Estaba desencantada, desilusionada y desesperanza», confiesa.
Esas sensaciones les resultarán familiares a muchas otras personas -incluidos famosos como el papa Benedicto XVI hasta Mariah Carey- que fueron diagnosticadas con agotamiento emocional.
Enfermedad moderna
Si tenemos en cuenta lo que dicen los medios de comunicación, es una enfermedad puramente moderna; casi todas las veces que Schaffner encendía la televisión, había un debate al respecto.
Schaffer, quien es crítica literaria e historiadora en la Universidad…
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