“Generalmente la causa del miedo es el orgullo. Así, el dialogar con mi miedo podría llevarme a la humildad, a la «humilitas». Yo podría reconciliarme con mis limitaciones, con mis debilidades y faltas: «Yo puedo censurarme. Yo no tengo por qué perderlo todo»”.
Anselm Grün,
La sabiduría de los padres del desierto